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18 marzo, 2021
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Datos de robos en 2020: un descenso claro con algunos “peros”

El confinamiento domiciliario y las restricciones generales debidas a la pandemia mantuvieron en 2020 a casi todos los españoles en casa o, en los mejores casos, con la movilidad reducida a los límites del municipio o la provincia.

El impacto de estas medidas para muchos sectores económicos ha sido notable, y también ha trastocado a las estadísticas de un ámbito que en Bricofusta, como especialistas en seguridad, nos interesa especialmente: el de los robos en viviendas.

Con los datos de 2020 ya sobre la mesa, vamos a hablarte de cómo han evolucionado los robos a domicilios en España durante el año de la pandemia.

Una tendencia general: los robos en domicilios descienden en 2020

2020 no ha sido un buen año para los delincuentes: las estadísticas de la mayor parte de las provincias españolas indican un descenso significativo de los delitos, y en especial de los relacionados con el patrimonio y, concretamente, los robos en viviendas.

En el conjunto de España, la reducción de los robos con fuerza en viviendas, comercios y empresas ha sido del 74%.

Las cifras que maneja la Unión Española de Entidades Aseguradores y Reaseguradoras, UNESPA, confirman esa tendencia: más de la mitad de las provincias españolas registraron porcentajes negativos de probabilidad de robos en viviendas durante 2020, un descenso que lideran Córdoba (-36,03%), Salamanca (-35,28%) y Huesca (-33,38%).

Fuentes de la Policía Nacional explican el vínculo entre las restricciones de movilidad y el fuerte descenso de los robos en viviendas: la mayor parte de los robos en domicilios suelen ser cometidos por bandas itinerantes cuyo modus operandi se ha vuelto mucho más complicado en la situación actual. Además, muchos ladrones también pueden estar inhibiéndose hasta cierto punto por el miedo al contagio.

Las zonas de costa constituyen la principal excepción

Las mismas estadísticas de UNESPA que muestran la reducción de robos en la mayoría de las provincias de España revelan una excepción importante: las zonas de costa. 

Casi todas las provincias en lo alto de la tabla son costeras, con Gerona (89,42% de probabilidades de robo), Tarragona (65,89%) y Barcelona (56,07%) en cabeza. En el caso de Cataluña, de hecho, es significativo el contraste entre las tres provincias costeras y Lérida, en el interior, cuyo porcentaje es solo del 18,52%.

En general, todas las provincias de la costa del Mediterráneo, con la excepción de Baleares, se han mantenido en 2020 en rojo en el estudio de UNESPA, con probabilidades de robo entre media-alta y alta (en este último nivel de riesgo entran las tres provincias catalanas costeras y Murcia).

Para entender cómo el crimen se ha desplazado a las zonas costeras, podemos comparar el fuerte descenso que se ha registrado en Madrid en comparación con el aumento en Cataluña y otras comunidades mediterráneas. Según explica UNESPA , la causa de este cambio de tendencia es la abundancia de viviendas de veraneo y segundas residencias en esas comunidades.

Mientras que los domicilios en las ciudades del interior han permanecido forzosamente ocupados durante la pandemia, el caso de las viviendas de veraneo ha sido justo el contrario: muchos meses de desocupación y falta de atención.

¿Qué podemos esperar cuando termine el estado de alarma?

Es la pregunta natural: ¿qué sucederá con los robos en viviendas cuando termine el estado de alarma?

Los mandos policiales están alerta ante un posible “efecto rebote”. Si durante el estado de alarma muchos delincuentes no han podido cometer robos y están sin ingresos, es previsible -explica la policía- que se registre un aumento de los robos en viviendas fruto de esa situación de necesidad.

Los diferentes cuerpos policiales están preparándose para un posible aumento de este tipo de delitos y, sobre todo, para relanzar las operaciones destinadas al seguimiento de las bandas itinerantes ahora inactivas que son, como ya explicábamos, las que con más frecuencia realizan robos en domicilios y locales.

Así pues, parece que es aconsejable afrontar el final del estado de alarma con prudencia y quizás tomando algunas precauciones, sobre todo en ciertas zonas geográficas. En cualquier caso, y más allá de las conjeturas, lo más recomendable es permanecer atentos a la evolución real de las cifras de robos en viviendas cuando concluya por fin el estado de alarma.

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